
un llamado para el catequista de hoy
En un mundo cada vez más fragmentado y complejo, los catequistas enfrentan el desafío de transmitir la fe cristiana en contextos culturales diversos y, a menudo, en contraposición con las aspiraciones predominantes de la sociedad.
San Pablo, en su primera carta a los Corintios, expresa con claridad este conflicto: “Mientras los judíos piden signos y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado” (1Cor 1,22-23). Este pasaje, lejos de ser una simple declaración teológica, es una invitación profunda a reflexionar sobre la centralidad de la cruz en la espiritualidad cristiana, especialmente en la misión catequética.
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